Daniel Méndez Sosa protege a funcionario e intenta deslegitimar operativos de alcoholímetro
El presidente municipal de Salina Cruz, Daniel Méndez Sosa, del Partido del Trabajo, quedó en el centro de la polémica tras intervenir en favor de su director de pesca, José Alfredo Agustín Jiménez (camisa blanca), detenido en un operativo de alcoholímetro por conducir en estado de ebriedad.
Lejos de reconocer la gravedad de la conducta, el edil porteño difundió un video en sus redes sociales en el que descalificó la instalación de retenes en la ciudad, alegando que son “ilegales” y que no fueron consultados con su gobierno. Con ello, Méndez Sosa no solo justificó la irresponsabilidad de un servidor público cercano a él, sino que intentó desacreditar una medida de seguridad vial que busca prevenir accidentes y salvar vidas.
El alcalde sostuvo que los retenes “abren las puertas a los abusos” y denunció que los ingresos generados en estos operativos son recaudados por el Gobierno estatal. Sin embargo, su discurso omite lo esencial: la responsabilidad de garantizar que sus colaboradores actúen con ética, respeten la ley y den el ejemplo a la ciudadanía.
Diversos sectores sociales consideran inaceptable que un presidente municipal defienda actos de imprudencia al volante y anteponga intereses políticos frente a la seguridad de los salinacrucenses. La conducción en estado de ebriedad es una de las principales causas de accidentes fatales, y en vez de combatirla, Méndez Sosa se ha colocado como protector de la impunidad.
Con este episodio, el edil de Salina Cruz envía un mensaje preocupante: en su administración, la lealtad política parece estar por encima de la legalidad y de la seguridad ciudadana.

