
INNOVA UNIVERSIDAD DE OAXACA CON BIOMEDICINA FORENSE E INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN SU FACULTAD DE DERECHOS Y CIENCIAS PENALES
En Oaxaca en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) se innova con biomedicina forense e Inteligencia Artificial en la generación de egresados de la Facultad de Derechos y Ciencias Penales.En el marco del Congreso Nacional en Ciencias Forenses 2025, organizado por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Hector Alejandro Cabrera Fuentes, investigador y catedrático es vital para los nuevos tiempos empezar a modernizar las ciencias penales con la automatizaciones y las biomedicina además de la inteligencia artificial.
“La investigación forense ha evolucionado de manera acelerada en las últimas décadas, integrando tecnologías de vanguardia que han revolucionado la identificación de causas de muerte y la resolución de crímenes y por ello el uso de la biomedicina aplicada a la investigación forense—desde la automatización, el análisis de evidencia digital, la identificación precisa de causas de muerte, hasta los datos genómicos de muestras de desaparecidos—está transformando la ciencia forense mediante el uso de inteligencia artificial (IA) y sistemas ómicos.
Históricamente, la determinación de la causa de muerte dependía en gran medida de la autopsia convencional. Este método, aunque valioso, presenta limitaciones cuando se trata de muertes súbitas, intoxicaciones complejas o causas multifactoriales. Es aquí- afirmo- donde la biomedicina forense ofrece nuevas herramientas para desentrañar misterios forenses con mayor precisión. Uno de los ejemplos más impactantes es el estudio de casos de muerte súbita donde la investigación biomédica ha permitido identificar biomarcadores específicos que revelan si un individuo sufrió un infarto antes de fallecer o si su muerte fue inducida por otras circunstancias”, consideró.El también egresado y catedrático de la Universidad de Arabia Saudita dijo en lo que respecta a las Ómicas: el ADN que tan solo su término ciencias ómicas engloba disciplinas como la genómica, proteómica, transcriptómica y metabolómica, que permiten analizar el ADN, proteínas, ARN y metabolitos presentes en el cuerpo humano. En la ciencia forense, la genómica ha sido ampliamente utilizada para la identificación de víctimas y perpetradores a través de huellas genéticas; en cambio, la metabolómica está abriendo nuevas puertas en la identificación de causas de muerte. Por ejemplo, ciertos metabolitos pueden revelar si una persona estuvo expuesta a drogas, toxinas o condiciones ambientales específicas antes de su fallecimiento. A su vez, la proteómica puede detectar patrones moleculares en el tejido cardíaco que diferencian entre una muerte por infarto y una por asfixia mecánica. Estos avances son cruciales en investigaciones donde la autopsia tradicional no es concluyente, proporcionando evidencia científica que puede determinar si una muerte fue natural o inducida.En este sentido abundó que bajo esta tónica con las nuevas tecnologías en la ciencias penales se puede avanzar de manera más ágil y expedita en la identificación de las huellas digitales, ADN, y pruebas psiopatológicos en modelos digitales para evaluar escenarios de homicidio violento o desaparición, ademas de Comparar perfiles genéticos y proteómicos con bases de datos globales en segundos, Detectar patrones ocultos en muestras biológicas para predecir la causa de muerte, Simular procesos fisiopatológicos en modelos digitales para evaluar escenarios de fallecimiento.Afirmó que el uso de las ciencias ómicas no solo refuerza la objetividad de la ciencia forense, sino que también reduce la posibilidad de errores judiciales. En muchos casos, la falta de pruebas contundentes ha llevado a la condena de inocentes o la impunidad de culpables. Con estos avances, la evidencia biológica se vuelve más precisa y difícil de refutar en un juicio.Por ejemplo, explicó la biomedicina forense al servicio de la justicia. La convergencia entre biomedicina forense, IA y sistemas ómicos está revolucionando la ciencia forense con lo que estaremos cruzando de una investigación criminal basada en observaciones macroscópicas a un enfoque molecular y algorítmico que maximiza la precisión en la identificación de causas de muerte